El café.

"Eficacia, rapidez y el café solo". No sé la cantidad de veces que había tenido el placer de escuchar a mi jefe escupiendo esas palabras. Agotador. Era agotador. Nunca nada estaba bien hecho para él. Ni el jodido café. No os podéis hacer a una idea del esfuerzo que sudé en cada uno de los trabajos que me tocaba hacer. Nunca me quejé, asentía y dormía poco por llegar lejos. Fama, dinero, mujeres, renombre. Por tener eso. Pero llegué a un punto en el que no aguantaba más sus gritos, su egocentrismo y su voz. Su jodida voz. Decidí que tenía que ponerle fin a todo eso, solo iba a ser un jefe más y era cuestión de tiempo que las cosas cambiasen.

Esa mañana puse el despertador a las 6 y me arreglé para el adiós. Me puse mi mejor traje de gala y como todos los días preparé mi maletín de trabajo. Al llegar a la oficina estaba vacía pero él ya estaba en su despacho. Perfecto, pensé, según lo planeado. Esta vez sí que iba a ser eficaz y rápido. Sé que de estar en una situación menos delicada hubiese estado orgulloso de mi trabajo.

Preparé su café y entré al despacho fingiendo la mejor de las sonrisas. "Buenos días, señor". Le vi dar el primer trago y me puse en marcha hacia mi mesa de trabajo cerrando la puerta al salir. Del resto poco que contar, hizo un par de sonidos extraños y con un ruido hueco, cuerpo al suelo, di por terminada mi faena. Lo recogí todo, me aseguré de no dejar rastro de mi presencia, cogí todo el dinero que encontré en su posesión ‘’por las molestias’’ y me fui a casa.

Al día siguiente todo el mundo comentaba la noticia. En los periódicos se podía leer que "habían encontrado una sustancia extraña en el café que tomó."
 

No sé cómo la gente no tiene en cuenta que a veces caen cosas a las bebidas sin más, si no que miren las migas de pan en sus vasos en cada comida.

De todas formas, vaya mala suerte, ¿no creéis?

Buscan sospechosos. Yo tomo el sol en una playa del Caribe, daiquiri en mano y con el bolsillo lleno.

Al final todo trabajo da sus frutos.

Gracias, jefe.

Vuelvo con algo ligeramente más especial y diferente a lo que acostumbro a escribir. Este texto lo presenté hace poco a unos premios a la creación que se celebraban en mi instituto al apartado de literatura, no esperaba nada y gané el accésit. Fue una bonita experiencia el sentir que les gustó lo suficiente como para valorar públicamente mi trabajo aunque técnicamente quedé segunda y quería compartir esto con vosotros.

También traigo unos cambios al blog; nueva cabecera, nuevo estilo en general y nuevos colores. Renovarse o morir. Yo cambio, el blog y sus textos cambian.

Estoy abierta a opiniones. 

Besos, mucho ánimo para aquellos que como yo estén con exámenes finales y hasta pronto.